¡La nueva temporada viene más bella que nunca! Solo hay que escoger el look para cada ocasión y expresar todos los yo que llevamos dentro. Desde el romántico, al fantasioso, el natural, el seductor… La imaginación no tiene limites y la capacidad de reinventarnos, tampoco. Inspírate para una primavera-verano con el único mandato de la libertad.
Brillo, brillo y brillo
El brillo sigue presente, regalándonos su magia y su luz. Los maquilladores lo aplican en cualquier parte del rostro: sombras, pestañas, pómulos, sienes y labios. Nada se escapa a su encanto y fantasía. Como evolución, los acabados joya y aluminio, con labios brillantes o detalles de cristal.
La seducción tiene nombre de animal
La mirada felina continuará con su juego de seducción esta nueva temporada, también desarrollándose como eyeliner junto a las pestañas o de forma minimalista en forma de silueta sobre el párpado superior. Las felinas quieren jugar con las tendencias y se atreven hasta con motivos gráficos o colores alternativos como los anaranjados.
Los ahumados mantienen su vigencia en negro o reversionados en tonos naranja, rosa, amarillo o verde.
La piel en su vestido más natural
La belleza de la piel nunca pasa de moda, y aunque ya venía siendo tendencia, esta temporada presenta un aspecto verdaderamente resplandeciente y natural, como recién salida de un tratamiento facial. Los rostros se llevan hidratados, jugosos y con toques sutiles de brillo en los pómulos para equilibrar los efectos de la luz. Cuando se añade color es para recurrir a los tonos anaranjados característicos de los baños de sol, una forma de celebrar la estación veraniega.
Colores para un beso
Los labios rojos resisten desde hace temporadas, en brillo o en mate, las dos vertientes conviven en armonía. Los tonos nude también se mantienen, a veces emulando el tono natural de nuestra piel, otras con un toque de brillo, pero siempre realzando su textura. Se incorporan los tonos rosáceos y anaranjados pastel para conseguir un acabado más romántico.
Llégame al alma con la mirada
Las cejas siguen en modo frondoso, abundante y cuanto más natural mejor. Por su parte, las pestañas aparecen muy marcadas y se alargan hasta donde cada una quiera llegar. Las extensiones no siempre pretenden ser naturales, sino que refuerzan su posticería con acabados muy densos y extensos, también con acabados brillantes y fantasía. ¡Puestos a soñar, qué nadie controle nuestros sueños!
Fuente: Esther Cañadas
