Publicado
25 feb. 2021
por cosmobelleza
Todos sabemos que un profesional formado correctamente posee los conocimientos técnicos adecuados para poder superar todos los retos que puedan surgir en el ejercicio de la profesión. Sin embargo, la enseñanza no solamente es instrucción sobre una materia o técnica, puede ser mucho más. Un formador debe tener la capacidad de transformar y motivar a los alumnos y eso solo se consigue desde la pasión.
AMAR LA ENSEÑANZA
Todos recordamos a algún profesor que nos hizo odiar una asignatura y a otro que, incluso sin gustarnos a priori la materia, nos atrajo hacia ella. Eso es lo que debemos recordar cuando damos una formación, la importancia de aprovechar la ocasión de que tenemos a futuros profesionales o a profesionales escuchándonos para no solo ofrecerles un mayor conocimiento sobre algo, también para transmitirles pasión por el oficio, algo que no se consigue si no se hace desde la motivación del propio enseñante. Cuando se enseña desde el convencimiento que da la emoción, el amor por lo que haces, se llega mucho más lejos porque tocas el corazón de los demás, quizá sin saberlo, y contagias, atraes al alumno hacia lo que tú estás haciendo, ya que lo haces mucho más atractivo y apasionante, explica Eloy Moreno, director del centro de formación Antonio Eloy Escuela Profesional (Málaga).
Los alumnos que han conocido a profesionales apasionados que les muestran todo el potencial de nuestro oficio reconocen vivir una transformación, un antes y un después. Vivimos en la sociedad de la imagen, pero al mismo tiempo muchas de las personas que comienzan a formarse lo hacen desde la desorientación personal y muchos formadores se quedan en la parte más técnica. No incluyen en sus explicaciones lo que se puede lograr con un corte o con una coloración. La imagen es muy importante para proyectarnos hacia el mundo y también es terapéutica, nos ayuda a sentirnos bien. Muchas veces no se explica porque se da por sentado o porque pensamos que no tiene que ver con la formación que impartimos. Cada acción que realizamos en el cabello tiene un impacto debido a su significación. Por tanto, conocer el sentido de todo lo que hacemos ayuda a formar a profesionales más completos que valoran lo que hacen porque saben que tiene un valor. Creo que no debe importarnos el por qué están ahí, sino cómo podemos mostrarles un camino no solo de desarrollo profesional, también de crecimiento personal. La imagen es mucho más que una apariencia, a través de ella enseñamos valores que son fundamentales para convertir a los alumnos en buenos profesionales y mejores personas. Quién no vea esto es que no ha entendido nada de la preciosa profesión que ejercemos, y añade Eloy Moreno la peluquería puede parecer una profesión como otra cualquiera, sin embargo, para los que han descubierto todo el potencial que ofrece es también un modo de vida.
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