Mascarillas, acondicionadores, champús e incluso sérums. Para cada preocupación relacionada con nuestra melena, existe una solución que, en principio, puede tratarse desde casa. Sin embargo, hay momentos en los que necesitamos un extra de efectividad con protocolos que van más allá de la comodidad del hogar, pero que están avalados por profesionales. Más allá de los necesarios cortes mensuales, cada cabello necesita un cuidado especial según sus características: ya sea para combatir el frizz, la deshidratación o la pérdida de luminosidad.
Estos tratamientos en salón, perfectos para terminar o comenzar el año con el cabello en perfectas condiciones, ofrecen resultados instantáneos que se pueden apreciar nada más salir del salón. Un claro ejemplo es el servicio de Plasma Capilar de Llongueras, su tratamiento más completo y exclusivo.
SOBRE EL PLASMA CAPILAR
Este protocolo cuida tu cabello de la raíz a las puntas y consta de varias fases. En la primera, se repara la fibra capilar con antioxidantes, vitaminas y minerales como polvo de diamante y nácar de perla. Luego, en la segunda fase, se finaliza con una hidratación profunda a base de colágeno y aceite de caviar. Además, es el tratamiento con mayor durabilidad y actúa sobre múltiples problemas capilares.
Ahora bien, ¿para quién está indicado el Plasma Capilar? Los expertos de Llongueras responden: “Es perfecto para cabellos dañados, maltratados por color, quebradizos, debilitados o frágiles, y también para aquellos muy secos”. En general, está recomendado para cabellos que requieren una reparación profunda, ya sea por el uso de mechas o tintes o por haber sido sometidos a tratamientos químicos agresivos.
SUS RESULTADOS
Este tratamiento está diseñado para tratar de manera intensiva problemas capilares que, normalmente, solo se abordan de forma superficial. Su acción rejuvenece y restablece tanto el cuero cabelludo como la fibra capilar. Entre sus principales beneficios destacan una mayor suavidad, elasticidad sin perder volumen, una sensación de puntas recién cortadas y una textura más manejable. Como resultado, se obtiene un cabello mucho más disciplinado, reduciendo el tiempo de peinado diario y minimizando el uso de herramientas de styling para lograr un acabado pulido o eliminar el encrespamiento.