Publicado
29 oct. 2020
por cosmobelleza
Por iniciativa de Cantabria Labs, la dermatóloga Claudia Bernárdez (@drabernardez.derma) y la enfermera Esther Gómez (@mienfermerafavorita), dos conocidas divulgadoras en temas de salud, han protagonizado un encuentro virtual en el que han aclarado dudas respecto a la relación entre la Covid-19 y la caída capilar.¿Hay alguna relación entre la Covid-19 y el deterioro capilar?
La Dra. Bernárdez, integrante del equipo médico de la clínica Pedro Jaén, asegura que ya disponen de estudios en los que observan que pacientes que han pasado la Covid-19 presentan una caída capilar desmesurada. Según la dermatóloga, en sus consultas siempre ven leves caídas capilares asociadas a enfermedades comunes, como la gripe, “pero la Covid-19, que es una enfermedad que muchas personas pasan sin tanta gravedad, con un poco de fiebre en casa, está produciendo unas caídas comparables a las de aquellas que han sufrido una sepsis, que es una infección generalizada”, explica.
¿También han tenido alteraciones en el pelo los que no han tenido Covid pero han sufrido las consecuencias del aislamiento en forma de ansiedad y estrés?
Según la especialista, es muy importante tener en cuenta que el pelo no se cae por culpa de la Covid: “No es una enfermedad que afecte directamente al folículo y lo ataque de una forma específica, sino que hace que tu cuerpo esté inflamado, esté enfermo, y eso es lo hace que el pelo se caiga”. Por lo tanto, también hay que tener en cuenta esas otras alteraciones producidas por las medidas para luchar contra la pandemia, como la reducción de los niveles de vitamina D asociada a la clausura y la ansiedad provocada por los múltiples efectos perniciosos que ha desencadenado la enfermedad, no sólo sanitarios, sino también emocionales, económicos y sociales, que nos afectan a todos en mayor o menor medida.
“El pelo es una estructura que va a responder a lo que pase en nuestro cuerpo. Por lo tanto, cualquier situación de estrés, de comer peor, de falta de sol… van haciendo que el folículo, que es la parte que da crecimiento al cabello, se encuentre más debilitado y genere caídas”, asegura Bernárdez.
Por todas estas causas, según la especialista, la caída estacional propia del otoño se está cuadruplicando este año, afectando tanto a los que han pasado la enfermedad como a los que la han sufrido indirectamente. “No sólo hay un aumento en la caída del cabello, sino un incremento en el número de personas que la sufren”, advierte.
¿Esa caída se pude recuperar?
Estos efectos indirectos de la Covid-19 provocan los llamados ‘efluvios’ (efluvio telógeno agudo severo), que son alteraciones del ciclo del crecimiento del pelo, que produce una caída del cabello durante un período limitado en el tiempo y reversible. “Pero esa raíz funciona -explica Bernárdez-, por lo que, si la cuidamos bien, le damos los nutrientes, vitaminas y estimuladores necesarios, se puede recuperar”. Del mismo modo, tras pasar la enfermedad y dejar atrás esa inflamación, el pelo debería volver a la normalidad. “De hecho, ya estamos viendo en consulta que los pacientes que estuvieron malitos en marzo, con esas caídas del cabello tan grandes, están regenerando”, aclara.
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