Érika Vera: corazón al servicio de la barbería

Publicado 28 abr. 2025 por Oscar Martínez

Con una energía que contagia, una humildad que inspira y una pasión que se siente en cada palabra, Érika Vera es mucho más que una barbera reconocida: es una maestra de oficio, una formadora generosa y una voz imprescindible en el presente y futuro de nuestra industria.

En CosmoExpoBeauty tuvimos el inmenso honor de contar con su presencia, su talento y su visión. Su paso por esta edición ha sido un verdadero regalo, no solo por lo que mostró sobre el escenario, sino por lo que sembró en cada conversación, en cada intercambio, en cada instante compartido.

Gracias, Érika, por recordarnos que la barbería es mucho más que técnica: es comunidad, es arte, es evolución… y sobre todo, es corazón.

Porque escucharla no solo forma: también transforma.

Eres una profesional reconocida por tu formación y trayectoria en el mundo de la barbería. ¿Cómo ha sido tu camino educativo y qué importancia le das a la formación continua en tu carrera?

¡Muchas gracias por este reconocimiento! Yo creo que soy un pequeño granito en este universo… ¡y qué bonito! Porque es entre todos que lo hacemos tan colorido.

Comencé hace 17 años como formadora para GHD, y me enamoré aún más de mi oficio. Cada formación era un aprendizaje, y los cinco años que estuve allí fueron tremendamente nutritivos. En cada formación hay un intercambio: tú llevas lo que sabes, lo compartes, pero siempre te llevas más de lo que traías al entrar.

El nuestro es un oficio, y como todo oficio, necesita aprendizaje constante, perfeccionamiento, actualización y búsqueda de inspiración. Si no, te quedas atrás… y poco a poco, te apagas.

Como speaker en CosmoBeauty, ¿cómo ha sido tu experiencia?

¡Ha sido otro de esos regalos de la vida! Un placer formar parte de esta iniciativa que ha aportado tanto contenido valioso a la feria. La única pega es no poder estar en todos los podios todo el rato (¡risas!). Fue increíble tener la oportunidad de ver, escuchar y aprender de tantos compañeros y compañeras del sector.

En un mundo tan cambiante como el de la belleza, ¿cuál crees que es el mayor desafío para mantenerse actualizado y formar a los nuevos talentos?

Creo que el desafío es... ¡no volverse loco! Las redes sociales exigen una cantidad ingente de contenido llamativo, y hay personas en todo el mundo creando sin parar para captar atención: técnicas, cortes, peinados… A veces te hacen sentir que no sabes nada o que no llegas a todo.

Por eso creo que es necesaria una llamada a la calma. El mundo real no está en una pantalla de smartphone. Y ese es el gran desafío con las nuevas generaciones: explicarles que no tienen que impresionar a sus seguidores, sino cuidar y atender a sus clientes.

¿Puedes contarnos un poco tu experiencia como embajadora de Panasonic? ¿Cómo ha influido esta colaboración en tu visión de la peluquería profesional?

Hace ya cinco años que comenzamos esta colaboración, y como siempre digo… no puedo poner mi cara en un proyecto en el que no crea de verdad. A día de hoy sigo usando mis GHD y siguen siendo mi marca de referencia. Y con Panasonic me pasará igual: aunque mañana dejaran de colaborar con nosotros, seguiremos usando sus máquinas en la barbería porque son las mejores que hemos probado.

No me mueve el dinero en estas decisiones, sino la intención del proyecto y que esté alineado con mis valores y objetivos. Esta colaboración nos ha llevado a Londres y a Japón, y he aprendido muchísimo sobre la cultura empresarial japonesa y su visión del oficio. Trabajar con grandes compañías siempre te aporta muchísimo conocimiento que, de otra forma, sería muy difícil alcanzar.

La tecnología juega un papel crucial en la peluquería moderna. Como embajadora de Panasonic, ¿qué herramientas consideras indispensables hoy en día?

Hoy y siempre: las que necesites, las que domines y con las que te sientas cómoda. Si lo que tienes no te alcanza, si sientes que no logras un resultado por las limitaciones de tu herramienta, entonces busca lo mejor.

En Panasonic no formamos para que compres todas las máquinas, sino para que tomes decisiones inteligentes. ¿De qué sirve tener cuatro modelos muy parecidos entre sí? Hablamos del sistema de corte Panasonic: una clipper, una fading, una trimmer y una shaver. Con eso puedes hacer todo en cabello corto.

Idealmente, deberían tener ceros correlativos, porque los ceros (los ajustes de corte) varían entre marcas y modelos. Y ahí es donde podemos decidir qué necesitamos realmente. Si compras por capricho, sin conocimiento, terminas con cajones llenos de herramientas que no usas.

En cuanto a la formación de estilistas, ¿cómo influye la relación con marcas como Panasonic en el aprendizaje de las nuevas innovaciones?

Aquí todo depende de la ética de la marca y del formador. Hay de todo. Marcas que buscan formadores mediáticos pero que luego solo suben al escenario a lucirse, sin enseñar nada útil. Y también las hay que solo quieren vender producto.

Iván y yo entendemos la formación de otra manera: somos compañeros compartiendo trucos y secretos para trabajar con comodidad, eficacia y en tiempo. Si es una formación Panasonic, claro que hablaremos de sus productos, pero con el objetivo de dar información poderosa para que puedas tomar decisiones acertadas.

En este mundo te cruzas con quienes se suben al escenario para sentirse superiores, pero nosotros estamos al lado de quienes vienen con respeto y ganas de aprender. Nos encanta saber que se llevan algo útil, algo que podrán aplicar en su día a día.

Es fundamental que las marcas se involucren en enseñar a sacar el máximo partido a sus productos.

¿Cómo equilibras tu rol como educadora y tu trabajo en el salón? ¿Qué tipo de formación crees que falta hoy en día en la industria?

Soy una privilegiada, tengo flexibilidad en mis horarios y puedo organizarme. Pero también tengo límites, porque quiero seguir disfrutando de mi vida personal. No puedo estar cada fin de semana fuera. Si se organiza con tiempo, ¡todo se puede combinar!

Como embajadora también representas los valores de marca. ¿Cómo alineas esos valores con los tuyos?

En realidad, es al revés: solo trabajo con empresas que ya están alineadas con mis valores. Hace casi ocho años abrimos Shave the Sailor apostando fuerte por la calidad, en todas las áreas. Así que, por muy atractiva que sea una marca, si no encaja con nuestros principios, no colaboramos.

Es una cuestión de coherencia. He rechazado proyectos que me apetecían mucho, pero que habrían roto con todo lo que hemos construido. Panasonic fue un match perfecto: es una marca elegante, tradicional, que apuesta por la innovación y la altísima calidad. No podíamos decir que no.

¿Qué consejo darías a los nuevos estilistas que están empezando su camino en la formación y en las habilidades técnicas?

¡Que no se vuelvan locos! (¿Lo he dicho ya? risas)

Hay muchísimos métodos, todos se venden como "el mejor". Vas a querer aprenderlos todos, y al final, no dominarás ninguno. Mi consejo es: céntrate en lo básico. Aprende, repite, repite, repite… hasta que lo domines. Solo entonces, pasa a lo siguiente.

Este oficio requiere años de práctica, pero estamos obsesionados con los atajos. Claro que hay técnicas rápidas y resultonas, pero la base es fundamental. Tuve la suerte de estudiar peluquería en el Salvador Seguí de Barcelona, y aún no he hecho un curso que me enseñe algo que no me hayan enseñado allí.

¿Qué necesita el sector de la barbería este año para seguir creciendo y evolucionando, tanto en formación como en innovación? ¿Cómo podemos contribuir a ese cambio desde nuestro rol como profesionales y educadores?

¡Menos ego! Menos confrontación y más respeto. En este oficio cabemos todos, pero parece que muchos quieren sentar cátedra y formar clanes... Me duele ver tanto "hate".

Recuerdo cuando las redes eran una comunidad que se apoyaba. Ahora en cada publicación hay comentarios destructivos.

Me gustaría que la vieja escuela abriera los ojos y los brazos a las nuevas generaciones, porque son increíbles y hacen cosas geniales. Y también que los más jóvenes reconocieran la experiencia de quienes llevamos años luchando antes de que existieran las redes.

Solo cuando lo viejo y lo nuevo se unan, podrá nacer una revolución. La experiencia aporta lo vivido, y la juventud refresca la mirada.

La barbería no pertenece a nadie, pero nos pertenece a todos. Es uno de los oficios más antiguos y ha sabido adaptarse a cada época. Así que seguirá… con o sin nosotros. Al final, solo el tiempo pone a cada uno en su lugar. Es la habilidad de adaptarse la que te permite sobrevivir.

 

Oscar Martínez

Oscar Martínez

Publicado 28º abr. 2025

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