Edurne Senosiain llegó a la peluquería siguiendo una pasión y, aunque han pasado unos cuantos años, mantiene la misma ilusión que contagia a quien la escucha y a quien la ve. Ella es la muestra que los buenos peluqueros, los que hacen desarrollar la profesión con su esfuerzo y su talento, lo hacen desde el trabajo del salón, el lugar en el que late el oficio y desde el que inunda de magia todo lo que tocan. La entrevistamos para conocer más a fondo la carrera de esta peluquera excepcional.
¿Cómo empezaste tu carrera? ¿Qué te hizo ser peluquera?
Mi carrera comenzó muy joven con 19 años y fue totalmente vocacional, mi madre fue peluquera, yo lo vi desde niña y me encantaba. Siempre lo tuve claro.
¿Cómo consigue una chica de barrio cumplir sus sueños?
Crecí en el mismo barrio que abrí mi primera peluquería. En 35 metros estuve trabajando allí mis primeros 12 años. Fue un aprendizaje brutal, aprendí a gestionar, a tener y mantener la clientela, el espíritu de sacrificio y lucha que es necesario para cumplir cualquier meta. Fueron unos años en los que hice mil cursos y crecía a la par que mi negocio ...y eso al final supuso que en esos 35 metros trabajábamos siete personas, con lo cual el cambio de local fue un paso natural. De ahí creé mi siguiente salón, el que sigue siendo mi buque insignia, hoy ya de 140 metros y que dan estos otros 12 años. Ha consolidado nuestra marca y nos ha servido para abrir otro salón hace tres años y el tercero que abriré en un mes en el centro de la ciudad.
¿Qué elementos son básicos para gestionar con éxito un salón?
Lo más básico para gestionar un salón es una buena estrategia de negocio centrada en los clientes y el personal que trabaja dentro. El obstáculo más fuerte que tenemos los peluqueros como yo, es nuestro amor por el mundo artístico y creativo de la peluquería, normalmente es muy fuerte, pero olvidamos que la gestión del negocio es prioritaria y necesitamos estar formados en este ámbito constantemente. Es un trabajo que yo sigo haciendo, que realmente me cuesta más esfuerzo, pero que es el único camino hacia el éxito empresarial.
Formar parte del equipo creativo de una gran marca y realizar colecciones creativas, ¿de qué forma repercute beneficiosamente en el salón?
En la faceta creativa, cómo os he contado, llevo creando mis propias colecciones también desde hace 15 años. Eso me lleva a plasmar mi visión estética del cabello y sirve para expresar un concepto de belleza artísticamente muy satisfactorio para un peluquero. Con L’Oréal Profesionnel llevo colaborando desde hace mucho y en este momento pertenezco al equipo de Autores de la marca, un equipo en el que cinco personas creamos colecciones de peluquería de autor que compartimos con otro peluquero para inspirar y crecer juntos. Además, entre otras asociaciones, soy miembro de Club Fígaro e Intercoiffure y eso me aporta, para mí y mi salón, una gran riqueza de intercambio y amistad con muchos peluqueros españoles e internacionales y salir del salón para ver la fuerza crativa de este sector que adoro.
¿Dónde encuentras la motivación?
La motivación la encuentro en un cliente satisfecho, en un empleado que brilla y cuando supero un reto que quería cumplir.
Decía Rafel Pagés en una entrevista para Tocado que un peluquero peina almas, ¿cuál es tu visión de la peluquería? ¿Crees también que tiene una función trascendente más allá de la puramente estética?
Por supuesto que es una afirmación real. La labor de un peluquero con un cliente trasciende del cabello, viene a ti, confía su imagen en tus manos, sabiendo que eso le va ayudar en su día a día, pues hoy la imagen tanto en la ropa como en el cabello es una expresión de personalidad en la que trasmitimos al resto qué somos y qué nos gusta y el peluquero es el vehículo que ayuda a plasmar esto. Así que, somos una pieza clave en el momento en que una persona confía en nosotros para ayudarle a expresarse, estar bien consigo mismo y afrontar su vida.
¿Un buen peluquero, además de técnica, necesita pasión para destacar?
La técnica es importante, incluso para saltársela e innovar. Y la innovación viene de la pasión por descubrir nuevos caminos.
¿Cómo encuentras la inspiración en tu día a día en el salón? ¿Y con las colecciones?
La inspiración para una colección puede estar en todos los lados, en un libro, en un cuadro o en la baldosa que pisas. La más fuerte está rebuscando en tu interior, en tus sentimientos y visión. En el salón lo que más me inspira es la persona con la que estás trabajando, su carácter, su look.
¿Qué son para ti las tendencias?
Las tendencias, cada vez más abiertas y amplias, son patrones que marcan periodos de tiempo, que tienen unas características que unen a gente que se identifica con ellas. Me gusta seguirlas y conocerlas, pues son una expresión de ideas plasmadas en la moda.
¿De qué parte de tu trabajo no podrías prescindir?
No podría prescindir del contacto con un cliente en el tocador y la satisfacción de hacer feliz y ayudar a esa persona, mejorando su imagen.
¿En qué proyecto estás trabajando en estos momentos?
En estos momentos estoy centrada en la apertura inminente en un mes del nuevo salón y mi equipo, pues. Va a ser a ser un sueño cumplido que arrancará con mucha ilusión y esfuerzo por mi parte y toda la gente que me rodea.