La caspa es un problema común del cuero cabelludo en ocasiones incómodo y difícil de tratar, lo que no quiere decir que no se pueda hacer y además, por la vía más natural y respetuosa con el medio ambiente. Ahora en otoño son frecuentes los brotes de caspa, provocados generalmente por diversas razones como el cambio de temperatura y estación o la llegada del frío, pero también por la propia genética, la sensibilidad a productos químicos, la seborrea u hongos como el llamado malassezia. Para su total eliminación es fundamental conocer el tipo de cabello que tenemos. Tampoco se trata igual la llamada caspa seca, en forma de escamas, que la caspa grasa que es menos ligera y suele adherirse al cuero cabelludo.
Con la llegada del otoño proliferan los brotes de caspa, lo que podríamos solucionar por ejemplo con lavados del cabello más frecuentes. Es más común que aparezca en aquellos más grasos por culpa del hongo malassezia, o por exceso de sebo, que contribuye a la formación de escamas. En los cabellos secos es menos común y suele producirse por sequedad en el ambiente: “Aunque el peligro de los champús comerciales se relaciona mucho más con la descamación, también son responsables de la aparición de la caspa, ya que contienen ingredientes químicos muy agresivos que aunque proporcionan un alivio temporal, siempre hay efecto rebote y con más fuerza, irritando el cuero cabelludo y lo que es peor, lo hace dependiente de este tipo de productos anticaspa” – nos explica María García, responsable de experiencia de cliente de la firma sevillana de champús sin sulfatos Dalire.
Los champús naturales, como parte de la solución anticaspa
Una alternativa efectiva y más saludable a los productos comerciales son los champús naturales, formulados con ingredientes naturales que combaten la caspa sin causar irritación o el temido efecto rebote: “Los ingredientes que extraemos directamente de la naturaleza como son los aceites esenciales de plantas o flores, ayudan al equilibrio del cuero cabelludo como no hacen los champús químicos que incluyen sulfatos, parabenos o siliconas, que lo secan más y aumentan el riesgo de irritación” – nos cuenta Filip Van, CEO cofundador de la firma cosmética natural Di Oleo, que cada año elabora miles de champús sólidos de jengibre en El Puerto de Santa María (Cádiz): “El jengibre es un antioxidante maravilloso para el cabello, al que dota de aceites esenciales así como minerales, vitaminas y aminoácidos. No sólo es una raíz mágica contra la caspa, también refuerza la fibra capilar y combate la caída. Para hacer nuestro champú sólido anticaspa, lo mezclamos con aceite de oliva, enebro, limón, bardana y tomillo”.