El diagnóstico de la piel es el primer paso fundamental para acertar en el tratamiento y en el cosmético que debemos utilizar en cada caso. De hecho, es la mejor manera de personalizar las pautas que debemos seguir. Y aunque los profesionales expertos pueden “leer” a simple vista lo que nuestra piel esconde, es cierto que los avances de los últimos años nos han proporcionado una herramienta que se convierte en un plus para los centros de estética.
El futuro hecho presente
Cuando se trata de mostrar a nuestros pacientes la realidad, el diagnóstico facial se hace especialmente importante. Y cuanto más visual mejor. Solo cuando lo ven reflejado, son conscientes de que su piel tiene memoria y de cómo se encuentra realmente. Porque más allá de las arrugas y manchas superficiales, estas herramientas nos ayudan a proporcionar una lectura interna que debemos tener siempre en cuenta y, así, gracias a la realización de fotografías laterales y frontales podemos ver con exactitud las imperfecciones.
Radiografía sincera de nuestra piel
Gracias a la realización de una radiografía se consigue toda la información que necesitamos. Se explora la piel y se realiza una captura que nos proporciona la información más detallada del estado en el que nos encontramos. Desde el nivel de hidratación, las manchas, las arrugas de expresión hasta las lesiones vasculares. Es un examen personalizado, hecho a medida y que permite además realizar un seguimiento posterior. Es necesario tan solo realizar unas fotografías, y de esta manera la tecnología analizará varias capas de la piel en 3D. Con las imágenes iniciales podemos ver la hidratación, el estado de los poros y la cantidad de grasa. Con las posteriores; se profundiza y se pueden determinar las lesiones vasculares, el nivel de sensibilidad y las manchas que a simple vista no vemos y que, sin embargo, cuando nos las muestra el análisis fotográfico, descubrimos la famosa memoria de nuestra piel. Son manchas que permanecen “escondidas”, pero que existen.
La mayoría de los sistemas avanzados que encontramos en el mercado son pequeñas cabinas que captan imágenes digitales con el fin de obtener el máximo número de detalles, tanto internos como externos de nuestra piel. Son varias las características que evalúan, especialmente las arrugas, el estado de los poros, las manchas, incluso las bacterias y los daños causados por los rayos ultravioleta. Este aspecto es especialmente importante, ya que podemos prevenir esas manchas que permanecen ocultas a simple vista y evitar que se hagan visibles. Algo similar ocurre con el análisis que realizan de las secreciones de bacterias que atrapadas en los poros se convierten en acné.
Otra de las grandes ventajas de estas avanzadas tecnologías es que incorporan un software sofisticado que permite mostrar el estado actual y la evolución después de los tratamientos recomendados. El antes y el después es más que evidente y la confirmación de que se ha acertado en el diagnóstico. Trabajan con una videocámara muy avanzada que analiza la estructura con imágenes en 3D y disponen incluso de un sensor de humedad para poder determinar la hidratación en una escala medible.
Adelantémonos al futuro
En definitiva, se trata no solo de conocer el estado actual sino de adelantarnos a lo que va a pasar. Las amenazas que “acechan” nuestra piel están semiescondidas y esta tecnología nos permite visualizarlas, y lo que es aún más importante, hacerles frente.
Ya existen máquinas capaces de identificar patologías basándose en fotografías de lesiones cutáneas. De hecho, un trabajo realizado en la Universidad de Stanford por el Departamento de Inteligencia Artificial planteó a sus alumnos iniciar el entrenamiento de una red neuronal. Gracias a más de 130.000 imágenes de lesiones de piel pudieron determinar que los diagnósticos conseguidos eran de gran exactitud. Aunque en este caso se trataba de buscar herramientas para detectar el cáncer de piel a tiempo, está claro que el futuro en cuanto al diagnóstico facial ya es presente. Al fin y al cabo, estamos hablando de una aplicación más cuya precisión depende de la calidad fotográfica y de la velocidad de procesamiento del smartphone utilizado. Aunque no son todavía exactas al 100%. Por eso, sigue siendo fundamental el diagnóstico del profesional. No lo olvides.
Información:
Carmen Navarro
Centros de estética Carmen Navarro
www.carmennavarro.com