Publicado
22 ene. 2015
por tocado_admin
Primero fue la moda del no poo (no lavar el cabello con champú). Ahora, llega el fenómeno Reverse Hair Washing o, lo que es lo mismo, lavar el cabello al revés –aplicando el acondicionador antes del champú– para evitar que el pelo se sobrecargue de producto y, en consecuencia, se estropee. Por Marga Sánchez.
- ¿Cuál es el origen?
Este fenómeno surge cuando una bloguera, harta de que sus puntas se engrasaran con el lavado y acondicionamiento diario, decide invertir el orden a la hora de lavar su cabello. Los resultados fueron tan espectaculares que en seguida se corrió la voz. Un experimento en una mujer ‘real’ publicado en el Daily Mail y literatura bloguera al respecto, han hecho el resto.
- ¿Cómo debe realizarse?
Primer paso: aplicas aceite capilar –este paso es opcional– y, a continuación, el acondicionador habitual con el que trabajes, insistiendo en la zona de puntas.
Segundo paso: dejas actuar unos 5 minutos y aclaras abundantemente (algunos blogs recomiendan repetir esta operación). Durante este tiempo, el producto penetrará en la cutícula proporcionando un chute de hidratación.
Tercer paso: lavas el cabello con un champú.
- ¿Sirve para todo tipo de cabello?
No. Se recomienda, sobre todo, en cabellos finos, pues es el que más tiende a engrasarse. Si, por el contrario, el cabello es grueso o particularmente seco, es mejor mantener la rutina de lavado habitual.
- ¿Y con cualquier producto?
En absoluto. Y aquí viene la parte más divertida del experimento. El lavado al revés se desaconseja completamente si se emplean champúes con pigmento. Este tipo de champú, al no ser aclarado intensamente, puede dejar restos de color indeseados.
- Y el aceite previo, ¿para qué serviría?
Para suavizar el cabello y potenciar su brillo siempre que se aplique realizando un ligero masaje en el cuero cabelludo. Otra alternativa es optar por un ritual nocturno, que consistiría en dejar actuar toda la noche el aceite capilar y aclarar a la mañana siguiente con un champú adecuado. En este caso, el acondicionador no sería necesario.
- ¿Se lo deberías recomendar a tus clientas?
Sin ánimo de resultar ambiguos, ni sí ni no, ni todo lo contrario. Probarlo no va a acarrear ninguna consecuencia grave pero puede ser que los resultados no sean tan espectaculares como nos han hecho creer. En peluquería, la cantidad y especificidad del producto a aplicar son capitales para que estos cumplan su función de forma correcta. Recuérdales a tus clientes que, siempre, apliquen su acondicionador SOLO en puntas y en la cantidad adecuada a la densidad y longitud de su melena. Una vez depositado en las puntas, el acondicionador debe distribuirse por el resto del cabello con un peine, de forma que la fibra absorba la cantidad de producto que necesita. Además, para aportar volumen al cabello, es fundamental que también usen los productos de styling correctos. Estos, además de fijar, contribuirán a sumar cuerpo y a mantener el control del peinado.