VOLVER A EMPEZAR ES RENACER DE NUEVO

Publicado 20 abr. 2020 por redaccion

Por Verónica López


Quería compartir mi historia con vosotras, estos días me han hecho revivir algo que, a nivel empresarial y emocional, ya viví. No tuvo la dureza con la que hoy se está viviendo todo, ya que antes no había ningún virus de estas características y el escenario actual es muy diferente, pero esta historia quiero compartirla porque hay momentos en los que toca reinventarse y salir a flote.


Hace 12 años que tengo mi centro, desde muy joven invertí todo lo que tenía y lo que no tenía también, ¡para qué engañarnos!, para lograr un sueño, un proyecto personal con ilusión, pero sobre todo un proyecto con mucho amor.


Después de años de pagar y pagar, cuando ya me sentía en tierra firme, de repente, durante la Navidad del 2018, no hace mucho, un día cualquiera de trabajo, se presentó una aparejadora del Ayuntamiento para abrir mi falso techo y decirnos que teníamos serios problemas en el edificio. Nos dijo que el piso de arriba tenía riesgo de venirse abajo, aunque la que se vino abajo fui yo.


Parece surrealista, mi centro todo nuevo, rehabilitado. No solo tengo ahí la parte económica, tengo mi vida, parte de la vida de mi equipo, mis sueños, mis proyectos, es la zona de confort de las chicas que trabajan conmigo y la mía. Claramente nos dijeron que teníamos que salir de ahí, de repente.


Mi cabeza se hacía mil preguntas a la vez y no tenía ni una sola respuesta. Mi marido, que es mi socio, no daba crédito a lo que nos estaba pasando, pero él siempre se mantiene firme, siempre hay un todo saldrá bien, y lo dice tan convencido que me lo creo, para lo bueno y para lo malo, siempre se mantiene en la misma línea.  Yo en este caso reconozco ser una montaña rusa, vivo muy intensamente los buenos momentos, los saboreo y los disfruto, pero ojo, que lo mismo me pasa con los malos momentos, los vivo y los saboreo con la misma intensidad.


Durante dos días no salí de la cama, no podía ni quería tampoco hacerlo. Sentía que me quedaba sin negocio, no tenía donde atender a los clientes y además tenía trabajadoras. Cuando se acabaron esos días de pasarlo mal, me levanté y nos reunimos mi marido y yo, para buscar todas las soluciones posibles que fueran positivas.


Él se reunió con los propietarios de la finca, arquitectos, aparejadores, porque de un inicio los propietarios pensaron en tirar la finca entera y no construir. Se habló, se negoció, fueron días duros, pero conseguimos que se iniciaran unas obras para reparar todo que durarían un tiempo mínimo de 2 meses.


Buscamos albañiles, carpinteros, electricistas, todo el gremio de la construcción, pero en medio de todo esto, ¿qué hacía con mi negocio?


Casualidades o no, fui a cortarme el pelo y le conté a la peluquera que cerrábamos por obras y ella misma, sin decirme nada más, me dijo que su espacio era mío, que me dejaba un piso vacío en la primera planta para mí, para que pudiera dar un servicio mínimo al menos y no perder clientes. Gracias a ella pude llevarme a una chica de mi plantilla y, como mínimo, mientras seguía mi caos, pude seguir dando algunos servicios.


Y en ese tiempo escuché a mi negocio, muchas veces lo oímos, pero no lo escuchamos. Junto con mi madre, que diseña interiores, creamos un nuevo proyecto. Recuerdo que esa parte fue crear un nuevo sueño, volver a empezar, construir. Reuniones constantes con todo el gremio de la construcción, y a toque de pito todo. ¡No sé si lo hicimos con tanta energía positiva que os aseguro que fue un éxito! Volví a sentirme tan confortable, arropada por mi familia, por mi equipo que es parte fundamental de mi vida, amigos, y sobre todo de los clientes, ellos son nuestra razón de nuestra empresa.


Con todo esto quiero decir que, ahora estamos todos cerrados, en una situación que no es fácil, pero escucha a tu negocio, a ti misma, a tus clientes, y por muy abajo que creas que puedes estar, coge fuerza.


Cuando esto acabe tienes tu empresa, tus clientes, reinvéntate, lucha. Yo me volví a endeudar de nuevo, y no fue poco, creé nuevos tratamientos, me apoyé también en mi equipo, me encanta escucharlas, qué opinan, cómo pueden ayudar.


Tengo claro que nos levantamos una vez y ahora lo haremos de nuevo, y aunque, ahora todo lo veamos nublado, el sol siempre vuelve a salir.


Por cierto, mi peluquera, aquella que me cedió gratuitamente un espacio que tenía vacío durante casi dos meses, no quiso, ni me dejó, ni hubo manera que le pagara porque no quiso ni cogerme un solo euro. Es un ángel que me cayó del cielo. Al final todo se arregla, todo se pone en su sito, llámalo karma, llámalo como quieras. Pasé momentos tristes, pero los momentos felices los superaron con creces. Quería darle el reconocimiento que se merece a esta señora que me facilitó mucho las cosas, se portó conmigo tan bien, que nunca sabré como agradecerle todo.


Información:
Verónica López
Directora Verónica López Centro de Rejuvenecimiento
Carrer Nou, 102
17600 Figueres (Girona)
Tel. 972-51.30.12
@centroveronicalopez

 

 

 
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Publicado 20º abr. 2020

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