SUSTANCIAS ACTIVAS PARA RECUPERAR LA PIEL TRAS EL VERANO

Publicado 30 ago. 2020 por redaccion

Las altas temperaturas, una exposición prolongada al sol y el aire acondicionado son los principales enemigos de nuestra piel en verano. Tras los meses estivales, es necesario una reparación inmediata para evitar un mayor deterioro y/o potenciales problemas cutáneos en el futuro.  Las sustancias activas son las encargadas de recuperar el aspecto saludable de la piel.





 Durante el periodo de estío, la piel está sometida a dos problemas principales. Por un lado, sufre una deshidratación al no tener toda el agua que necesita como consecuencia de un ambiente más seco y, por otro, empieza un proceso de envejecimiento prematuro. La mayor incidencia de los rayos del sol provoca la formación de radicales libres en las células de la piel con una elevada capacidad antioxidante que terminan causando un daño en su interior al destruir el colágeno y la elastina. El resultado es una piel áspera, poco elástica, flácida, arrugada y sin apenas frescura.





 Hidratar y nutrir en profundidad son las dos prioridades cuando llega el otoño. De esta forma, no sólo la piel volverá a recuperar su firmeza, elasticidad y luminosidad, sino que, además, estará mucho más preparada para las agresiones medioambientales del invierno.





 En cualquier caso, la clave para mantener una piel en perfecto estado es la prevención. Tomar las precauciones adecuadas no sólo en verano sino durante todo el año y llevar una dieta rica, sana y equilibrada ayudan a que la piel sufra menos durante los meses más calurosos y a posteriori.





 Dentro del ámbito de la nutricosmética, las sustancias activas ayudan a recuperar el perfecto estado de la piel desde el interior. La ingesta de determinados ingredientes activos respaldados por el rigor científico que ofrecen seguridad, calidad y eficacia al consumidor afectan favorablemente a su aspecto.





 Qué es una sustancia activa





Una sustancia activa es aquel componente o ingrediente que cumple con la función principal de un producto, es decir, es el responsable directo de que tenga el efecto que se busca y aporte el beneficio deseado. En el ámbito de la cosmética para la piel, una sustancia activa es la que, por ejemplo, reduce las arrugas o bien calma, hidrata, aporta luminosidad o elimina brillos.





Los ingredientes activos pueden tener diferente procedencia: origen animal, vegetal o sintético. La mayoría existen desde hace décadas, otros, en cambio, son relativamente nuevos al descubrirse en los últimos años. En todos los casos, están avalados por ensayos clínicos y respaldados por revistas científicas de prestigio.





 Componentes activos destacados





Existen diferentes sustancias activas que ayudan a recuperar la piel tras las agresiones del verano. Entre las más destacadas se encuentran las siguientes:





Coenzima Q10





Está considerada como un componente activo poderoso. Resultados de muchas investigaciones han demostrado que es efectiva para combatir los radicales libres causados por los rayos UVA y, por tanto, proteger la piel de un envejecimiento prematuro. Cuando se tiene una piel apagada, seca y con un aspecto poco saludable, la coenzima Q10 restaura la barrera lípida cutánea, favorece el correcto funcionamiento de las membranas celulares y aporta firmeza, suavidad y tono a la piel.





Colágeno


Una exposición prolongada al sol acaba por destruir las reservas de colágeno en la piel, una de las proteínas más importantes del cuerpo humano que permite, entre otras cosas, la elasticidad y regeneración de la piel, cartílago y huesos. Esta sustancia activa es importante para recuperar la apariencia saludable de la piel y que se muestre firme, tersa y sin signos de flacidez o desgaste. Tomar colágeno hidrolizado ayuda a volver a tener el que se ha perdido no sólo en verano, sino también a causa de la edad. Está demostrado que, a partir de los 30 años, el cuerpo produce menos cantidad de esta proteína.





 Ácido hialurónico





Es en la década de los 90 cuando este principio activo se hace realmente popular dentro del ámbito de la cosmética por sus óptimos resultados en tratamientos de belleza. Esta sustancia se encuentra en varios tejidos de nuestro cuerpo, aunque con el paso del tiempo, su presencia va disminuyendo. La finalidad de este agente activo es ralentizar un envejecimiento prematuro de la piel y disminuir las arrugas existentes, de ahí que sea una sustancia a tener muy en cuenta tras el verano. Contiene propiedades hidratantes, revitalizantes, tensoras, suavizantes y reafirmantes.





Vitamina A, B, C y E





Estos micronutrientes se consideran principios activos porque también ayudan a reparar la piel y a que recupere toda su frescura. La vitamina A participa en la formación y regeneración de las células de la piel y mejora notablemente su estado al aportar elasticidad. También, regenera aquellas zonas especialmente dañadas por factores medioambientales y contribuye a una apariencia más suave. Es muy útil cuando se tiene una piel seca y deshidratada a consecuencia del sol.





 Las vitaminas del grupo B ayudan a recuperar la piel de las posibles agresiones. La B1 brinda brillo, la B2 aporta hidratación, la B3 interviene en los procesos de oxigenación cutánea, la B5 evita erupciones irritantes o dermatitis y la B6 también hidrata. Por su parte, la vitamina B12 confiere a la piel un color saludable.





La vitamina C minimiza los efectos negativos del sol sobre la piel en verano gracias a sus antioxidantes que combaten los radicales libres de los rayos UVA.





Por último, la vitamina E también funciona como antioxidante y contribuye a combatir el envejecimiento de la piel.





Aloe Vera





Casi todo el mundo conoce las propiedades beneficiosas de esta planta. Su importante cantidad de vitaminas, minerales, enzimas y azúcares, la convierten en una excelente aliada para lucir una piel sana. Tiene propiedades regeneradoras a nivel celular y es un perfecto reconstituyente con principios hidratantes.





Junto a estos principios activos existen otros no menos interesantes que también ayudan a regenerar la piel castigada tras el verano. El extracto de manzanilla, por ejemplo, es un buen calmante y descongestivo para la piel alterada, el extracto de zanahoria ayuda a combatir los signos del envejecimiento por su alta concentración de betacaroteno y antioxidantes y el extracto de miel ayuda a que la piel recupere toda el agua y humedad que necesita.





La nutricosmética permite la ingesta oral de estas sustancias activas de forma segura y eficaz para recuperar la belleza de la piel desde dentro.


Información:
AFEPADI
www.afepadi.org

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Publicado 30º ago. 2020

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