Las puntas abiertas son el signo más evidente de que algo no va bien. Son el resultado de un cabello seco y castigado por herramientas de calor, cepillados demasiado agresivos, procesos químicos, etc. que dejan el cabello con un aspecto descuidado y encrespado. La mejor forma de acabar con ellas por lo sano es un buen corte, de eso no hay la menor duda, pero para quienes no deseen deshacerse del largo de su melena tan rápidamente, siempre hay productos y tratamientos que ayudan a prevenir y tratar.
Una vez aparecen, lo primero que tenemos que hacer es averiguar qué estamos haciendo mal, porqué han aparecido y así evitar seguir dañando el cabello. Corregir hábitos incorrectos es fundamental y una de las principales causas de la rotura de las puntas es el empleo de herramientas térmicas sin la protección adecuada. Es importante que nos aseguremos que el producto que nos protege del calor sea para la herramienta que estamos utilizando, los hay que son específicos para secadores y no actúan con la misma eficacia con las planchas y stylers. También es importante realizar el proceso de cepillado con cuidado, hacerlo de forma demasiado enérgica puede tener consecuencias nefastas cuando tenemos las fibras capilares tan sensibilizadas.
Además del cepillado, todos incurrimos en hábitos poco recomendables como abusar de las coletas, sobre todo si utilizamos coleteros con un acabado en garfio metálico que incrustamos en la melena para sujetarla. Lo mejor es sustituir este tipo de gomas por lazos de tela elástica o de plástico, que no perjudican al cabello ni provocan enredos al deshacer la coleta.
El lavado es otro momento crucial del día para nuestro cabello. Cuando está mojado es más vulnerable y elástico y, por tanto, más propenso a la rotura. Nada de frotar la toalla para eliminar rápidamente la humedad, siempre es mejor utilizar una toalla en forma de turbante para que el agua se absorba poco a poco sin friccionar el cabello. También, peinarnos con cuidado, mejor si lo hacemos mientras dejamos actuar el acondicionador. Así el cabello está más suave y el peinado es más delicado y, además, facilitamos nutrición e hidratación a nuestras puntas.
El empleo de productos específicos para las puntas abiertas, los selladores de puntas, son fundamentales. Pueden aparecer con diferentes texturas, solo hay que escoger la más adecuada y la que mejor se ajuste a nuestros gustos. Estos aceites, sueros y cremas han sido creados para rescatar las puntas, actúan como si fueran pegamento, alisando las puntas abiertas y mejorando su apariencia, mucho más nutrida. Cuando las puntas están rotas la única solución es el corte, estos productos evitarán que el daño vaya a más y a mejorar el aspecto del cabello, pero su acción es puramente estética. Cuando volvamos a lavar el cabello su efecto desaparecerá, por lo que deberemos volver a aplicarlo si queremos lucir un aspecto saludable. Podemos nutrir y sellar, pero lo que se ha roto, roto está.
Como último consejo, en el caso de utilizar planchas, no hacerlo nunca con el cabello mojado ni cuando hayamos aplicado un aceite, literalmente con el calor se fríe. El aceite y las planchas debemos utilizarlas siempre con el cabello seco.
