El invierno es una época desafiante para el cuidado capilar, con factores como el frío y la calefacción que contribuyen a la sequedad y el daño del cabello. Una rutina nocturna adecuada se convierte en un aliado clave para mantener la hidratación y la fortaleza del cabello. A continuación, se presentan recomendaciones específicas que los profesionales de la peluquería pueden implementar y compartir con sus clientes.
Cuidados previos al descanso
Un cepillado suave antes de dormir es esencial para eliminar nudos y distribuir los aceites naturales del cuero cabelludo. Recomienda a tus clientes utilizar cepillos de cerdas naturales o peines de dientes anchos para evitar el quiebre y preparar el cabello para la noche.
María García, de la firma Dalire, destaca la importancia de aplicar mascarillas capilares nocturnas o tratamientos sin enjuague con ingredientes como aceites de argán y coco, o manteca de karité: “Estos componentes retienen la humedad y reparan las hebras mientras duermes”. Asimismo, un sérum hidratante con vitamina E, pantenol o aceite de jojoba complementa la nutrición nocturna.
Peinados protectores y ropa de cama
David Lesur, de los salones David Künzle, sugiere peinados como moños bajos o trenzas sueltas para minimizar enredos y proteger las puntas. Además, recomienda fundas de seda o satén en lugar de algodón para reducir la fricción, el encrespamiento y la pérdida de hidratación.
Otros consejos prácticos
- Evitar dormir con el cabello húmedo: El cabello mojado es más frágil y susceptible al quiebre.
- Uso de humidificadores: Mantener la humedad ambiental evita que el cabello se reseque, especialmente en habitaciones con calefacción.
- Elegir scrunchies de seda: Las gomas ajustadas pueden romper el cabello y generar frizz.
Con estas recomendaciones, los profesionales pueden ofrecer un valor añadido a sus clientes, ayudándoles a proteger su cabello durante el invierno y reforzando la confianza en sus servicios.