Publicado
04 feb. 2021
por cosmobelleza
Tras casi un año con el rostro confinado, Cristina Galmiche hace una radiografía del maskné, de la mascarilla y de cuál es la que menos problemas provoca en la piel, porque el maskné va más allá de la espinilla o el punto negro y se ha convertido en la preocupación que más consultas genera en los centros de estética. Y no solo en las pieles acnéicas; el uso de principios activos agresivos, la higiene inadecuada y las fibras sintéticas de las mascarillas son los aliados perfectos de este nuevo tipo de acné que pueden sufrir todo tipo de cutis.
¿Todos los tipos de piel reaccionan igual bajo la mascarilla?
No solo en pieles grasas o con tendencia acnéica, señala Galmiche, también aparece en todas aquellas que antes de confinarse tras la mascarilla ya estaban sensibilizadas por las agresiones externas (rayos solares, contaminación ambiental, cosmética agresiva). Y no solo los problemas están relacionados con el acné (quistes, espinillas, forúnculos, puntos negros), también se han disparado las irritaciones, rojeces, eccemas, tirantez y deshidratación. ¿La razón? El uso de la mascarilla de manera continuada crea un hábitat pernicioso para el cutis, ya que el calor y la humedad provocadas por la respiración, unidos al roce con las fibras sintéticas que componen los filtros protectores, es un caldo de cultivo perfecto para que las bacterias y otros microorganismos encuentren una zona residencial ideal para proliferar. Si a esto se le añade una epidermis que ya venía de estar maltratada o mal cuidada de antemano, el tejido cutáneo no es capaz de resistir, se altera y se rinde.
¿Cuáles son las zonas más críticas del rostro y por qué?
Mentón, barbilla y aletas de la nariz, para todo aquello que se refiere a la aparición de granitos, puntos negros y espinillas, debido a la mayor presencia de glándulas sebáceas en esa zona y por ende donde más obstáculos encuentra el conducto excretor para drenar la grasa de manera natural si las zonas están sometidas al hábitat que genera la mascarilla. Rojeces, irritaciones y eccemas aparecen sobre todo en las áreas de las mejillas y pómulos, acosadas por las fibras sintéticas y el caldo de cultivo generado por las bacterias bucales que exhalamos con el aliento.
¿Cuál es la mascarilla que menos maskné provoca?
Sin duda alguna las de algodón orgánico con un filtro intercalado en la tela que proteja frente al virus, a nosotros y a los demás. Estos filtros se adquieren en la farmacia, son de un solo uso y se pueden recambiar cuantas veces haga falta (cada 4 horas, mejor). Además, las mascarillas de algodón orgánico permiten una transpiración más llevadera que las fibras sintéticas de las higiénicas; deben cambiarse a diario, lavarse con jabón hipoalergénico (como el de los bebés) con frecuencia y no compartirlas con nadie, por muy conviviente que sea.
Los 3 pasos Galmiche
Higiene estricta mañana y noche con limpiadora y loción calmante. Desmaquillado de ojos y labios día y noche sin excusas. Elegir cosméticos hidratantes, regenerantes, nutritivos sin activos demasiado fuertes o agresivos. Cristina Galmiche apuesta con los cosméticos de su propia marca para combatir los nefastos efectos del maskné.
www.cristina-galmiche.com