Si queremos conseguir un maquillaje perfecto, lo primero que tenemos que hacer es preparar la piel. De esta forma nos aseguraremos un resultado brillante y que además sea más duradero. En caso contrario, la piel tendrá a absorber los cosméticos y además será más difícil corregir posibles imperfecciones.
El primer paso es limpiar el rostrocon un limpiador o un desmaquillante, así eliminamos restos de maquillaje, impurezas, suciedad del ambiente, etc. Una cara limpia es fundamental antes de aplicar ningún producto para aprovechar al máximo sus beneficios y para mantenerla en un estado óptimo.
A continuación podemos realizar una limpieza más profunda con un exfoliante que eliminará células muertas, purificará los poros y suavizará la piel. También podemos recurrir a una mascarilla que nos aportará ese cuidado extra para mejorar su textura.
El tónico ha caído en muchas rutinas de limpieza, sin embargo es de suma importancia para refrescar, limpiar en profundidad y controlar la grasa.
Es el momento de regalarle al rostro un plus en forma de ampollas de ácido hialurónico para rellenar arrugas y facilitar la regeneración del rostro, así como por su capacidad de retener el agua en la piel. También podemos recurrir a la acción potente de un sérum para nutrir, luchar contra las arrugas, revitalizar o iluminar. Tú decides qué cuidado necesita tu piel y si quieres incorporar un solo cosmético que te facilite diferentes ayudas a la vez.
La zona del contorno de ojos es, como ya sabes, muy delicada. Si nos aplicamos de forma previa al maquillaje un buen cosmético específico, nos ayudará a activar la circulación sanguínea de la zona, descongestionando y refrescando. El resultado será una mirada más descansada sin rastro de bolsas y ojeras, por tanto mejorará el resultado del corrector cuando vayamos a maquillarnos.
Los labios son uno de los grandes olvidados del rostro. También acusan el envejecimiento y una forma de mantenerlos cuidados y saludables es realizarnos una vez a la semana una exfoliación con un producto específico para ellos. De esta forma, nos aseguramos eliminar las posibles imperfecciones y células muertas que serán más patentes al aplicar el labial.
Por último, una buena crema hidratante adecuada a nuestro tipo de pielque aporte protección y nutrición a nuestro rostro.
Hasta aquí los pasos fundamentales, sin embargo puedes mejorar los resultados aplicando en el rostro una prebase, por ejemplo, iluminadora que corrija y unifique el tono. El mismo consejo para los ojos, aplicando una prebase para el contorno ayudaremos a que las sombras del maquillaje aguanten intactas todo el día o la noche.
