El peeling es uno de los tratamientos con más demanda durante el invierno. Por un lado, es muy efectivo para revitalizar la piel de manera rápida y visible justo a tiempo para cualquier evento especial. Por otro lado, el peeling es idóneo para atenuar manchas, mejorar la textura de la piel y combatir los signos del envejecimiento.
En la revista Vida Estética edición diciembre-enero, Yvette Pons, Ana Puelles, Cristina Galmiche, Silvia Oliete y Patricia Cuenca nos desvelan sus peelings de autor. Os dejamos con el de Cristina Galmiche, de Centros Cristina Galmiche.
“Yo recomiendo los peelings enzimáticos porque realizan una acción exfoliante muy efectiva, pero no irrita ni sensibiliza la piel como puede ocurrir con los químicos. Están indicados para todo tipo de pieles, sobre todo las más sensibles, reactivas y delicadas”, aconseja Cristina Galmiche. Los peelings enzimáticos contienen sustancias químicas naturales (enzimas vegetales) que efectúan una exfoliación superficial sin usar compuestos químicos (ácidos), ni otro tipo de estímulos mecánicos que irriten el tejido. “La ausencia de ácidos ayuda a equilibrar el pH de la piel (nuestro escudo protector) y es beneficiosa para evitar la sequedad, problemas de rosácea, dermatitis, sensibilidad y posibles reacciones alérgicas. El rostro se puede exfoliar una vez a la semana”, subraya.
Cristina Galmiche
Entre los ingredientes de este tratamiento destacan: keratoline, un compuesto exfoliante enzimático; detoskin, que frena el envejecimiento celular aumentando la síntesis de colágeno y perhidroescualeno, proveniente del aceite de oliva, que ayuda a hidratar y humectar la piel. También contiene almidón de arroz, rico en vitamina b, que tonifica, depura, regenera, suaviza y protege la piel de las agresiones externas. “Los peelings enzimáticos no penetran en las capas profundas de la piel, respetando las células vivas. Son la opción ideal para quienes buscan un tratamiento exfoliante sin efectos secundarios indeseados”, dice.
El Peeling Calm Enzimático, de la línea cosmética facial de Cristina Galmiche, es un tratamiento exfoliante que retira las células muertas suavemente y promueve la renovación celular. Las partículas exfoliantes naturales mejoran la textura de la piel, consiguiendo un cutis luminoso y rejuvenecido.
Descubre el resto de peelings de este reportaje en la revista Vida Estética edición diciembre-enero.
Por Anna León