En los últimos años, la estética masculina ha experimentado una transformación notable. La depilación, que había ganado gran popularidad entre los hombres en las primeras décadas del siglo XXI, parece estar en declive frente a una creciente aceptación del vello corporal. Pero ¿es realmente una tendencia pasada de moda? ¿O simplemente está evolucionando?
El auge de la depilación masculina
Durante los años 2000 y 2010, los centros de estética vieron un aumento en la demanda de tratamientos de depilación. Según un informe de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), el número de hombres que optaba por eliminar el vello, sobre todo en áreas como el pecho, la espalda o las piernas, aumentó más del 40% en ese periodo. Esta tendencia fue impulsada en gran medida por la influencia de los medios de comunicación, la moda y el deporte. Las celebridades y atletas masculinos se presentaban con cuerpos depilados, lo que ayudó a normalizar la estética sin vello como símbolo de cuidado y estilo.
Cambio de paradigma: ¿Vuelve el vello corporal?
Sin embargo, en los últimos años, ha habido un cambio en las percepciones sociales sobre la masculinidad y el vello corporal. Cada vez más hombres optan por dejar crecer su vello, en parte como reacción a los estándares de belleza anteriores, que se percibían como artificiales o excesivamente influenciados por las normas femeninas. Según datos de un estudio de 2022 de la revista Men’s Health España, el 65% de los hombres encuestados indicaron que prefieren un aspecto más natural, sin eliminar completamente el vello de su cuerpo.
El concepto de «masculinidad tóxica» también ha sido cuestionado en este cambio. Los hombres buscan una imagen menos estereotipada y más auténtica, que incluya el vello corporal como un elemento natural y normal de su cuerpo. Redes sociales como Instagram o TikTok muestran esta tendencia, con influencers que abogan por una aceptación del cuerpo tal cual es, sin presiones.
Tratamientos en centros de estética: aún vigentes
A pesar de esta creciente aceptación del vello, la depilación masculina no ha desaparecido. Los tratamientos de depilación láser o con cera aún tienen demanda, aunque ahora los hombres parecen optar más por técnicas de reducción que por la eliminación total. El objetivo ya no es la eliminación radical del vello, sino una estética equilibrada y cuidada. Según datos de la SEME de 2023, un 30% de los hombres que se realizan estos tratamientos lo hacen para reducir la densidad de vello, no para eliminarlo completamente.
En paralelo, los tratamientos de estética masculina han diversificado su oferta. A la par que el vello vuelve a normalizarse, crecen otras tendencias, como el cuidado de la barba, tratamientos faciales y corporales que van más allá del vello, y una mayor preocupación por el bienestar general, como masajes o terapias relajantes.
Aunque la depilación masculina ha perdido parte de la relevancia que tuvo hace unos años, sigue siendo un tratamiento común en los centros de estética. Lo que ha cambiado es la forma de entender el cuidado del cuerpo masculino: menos enfocado en la eliminación total del vello y más orientado a un equilibrio natural. El vello corporal ya no es un enemigo, sino una opción estética más, lo que refleja un cambio en los ideales de masculinidad, cada vez más inclusivos y menos rígidos.