El devastador paso de la Dana ha afectado a un gran número de centros de estética y salones de peluquería y barbería de la comunidad valenciana. Los galardonados Salones Carlos Valiente (Algemesí, comunidad valenciana) reabren sus puertas un mes y medio después del temporal.
A estas alturas, tres de cada cuatro establecimientos de Algemesí siguen con las persianas bajadas tras la Dana. No es el caso de Salones Carlos Valiente, referente de la peluquería en el municipio algemesinense. cuyo equipo ha retomado la actividad un mes y medio después de la inundación.
El temporal dejó el salón completamente inundado, con más de un metro de agua en su interior. La Dana dañó gravemente el espacio y obligó a cerrar sus puertas durante mes y medio.
“Esta situación nos ha dado fuerzas para levantarnos”
Carlos Valiente, propietario del salón, recuerda: “Fue devastador ver cómo el agua arrasaba con todo lo que habíamos construido durante años. Pero esa misma situación nos dio la fuerza para levantarnos, reconstruir y regresar con más ganas que nunca”.
Gracias al incondicional apoyo de proveedores, clientes y la comunidad local, Salones Carlos Valiente ha logrado recuperarse y reabrir sus puertas, estrenando un espacio renovado. "Queremos agradecer a todo el equipo y, por supuesto a las empresas de proveedores, que nos han ayudado a hacer posible la vuelta en tiempo récord", comenta Bernat Sayol, director del salón de Algemesí.
En estos momentos, el equipo de Salones Carlos Valiente ya ha comenzado a atender a sus primeros clientes, devolviendo cierta normalidad a pesar de la tragedia y reafirmando su compromiso con la comunidad de Algemesí.
Esperanza y apoyo al comercio local
“Queremos transmitir un mensaje claro: aunque la tormenta haya sido dura, siempre hay un camino para seguir adelante. Esta reapertura es el resultado del esfuerzo colectivo de todos los que estuvieron a nuestro lado”, añade Valiente.
Además, Carlos Valiente aprovecha esta ocasión para lanzar un mensaje a favor del comercio local: “Os Invitamos a apostar por lo cercano, visitando nuestro salón, pero también apoyando al bar de al lado, la joyería de enfrente o la tienda de la esquina. Juntos, como comunidad, podemos salir adelante y devolver la vida a nuestras calles”.
Por Anna León