Cada vez más personas optan por tratamientos de medicina estética no invasivos que forman parte de una rutina de mantenimiento durante el invierno. La Dra Iriana Espárrago, médico estético, nos comparte el impacto positivo de estas alternativas.
Tras la frase “los cuerpos de verano se esculpen en invierno” se encuentra una gran verdad, según los expertos. La temporada otoño-invierno es para los expertos en medicina estética el momento óptimo para crear hábitos que ayudan a alcanzar nuestros objetivos de belleza, preparando nuestra piel para disfrutar nuevamente del sol. En concreto, según la Universidad de Stanford, los meses más fríos suelen ser los mejores para establecer nuevas rutinas de belleza debido a la disminución de distracciones externas. Según un artículo, al limitar el tiempo que pasamos fuera, nuestra mente tiene un mayor espacio para enfocarse en nuestras metas personales y desarrollar nuevas rutinas de autocuidado.
Parte fundamental de estos hábitos es equilibrar la actividad física, la alimentación consciente y si buscamos resultados que ayuden al mantenimiento y se maximicen a lo largo del año, podemos recurrir a tratamientos de belleza no invasivos que podemos encontrar en muchos centros especializados de medicina estética.
Objetivo del invierno: lucir un vientre plano en verano
El HIFU, o tecnología de ultrasonido microfocalizado de alta intensidad, se ha convertido en el tratamiento más innovador con muy buenos resultados en diferentes partes del cuerpo. Gracias a su tecnología Liftera, ha facilitado su uso para el tratamiento de diferentes zonas, como es el caso del abdomen. “Tener un vientre plano es una de las principales preocupaciones de las personas que acuden a los centros de medicina estética. Los avances de tratamientos de belleza no invasivos como el HIFU nos han permitido que este tipo de sesiones las podamos avanzar a los meses de invierno y por lo tanto tratar de una manera más progresiva y respetuosa una de las zonas donde la grasa suele ser más persistente”, explica la Dra Iriana Espárrago, experta en medicina estética. El HIFU actúa mediante ondas ultrasónicas que penetran profundamente en la piel y destruyen las células grasas de forma definitiva, sin afectar el tejido.
Además, la doctora destaca cómo el HIFU es una tecnología que contribuye al bienestar integral: “Este tipo de tratamiento no solo brinda un efecto tensor y una piel más firme, sino que también estimula la regeneración de colágeno, mejorando la elasticidad de la piel. Este tipo de tratamiento ofrece una experiencia de autocuidado que respeta el equilibrio natural del cuerpo, promoviendo una imagen saludable sin agresiones”, y añade: “Es una alternativa segura que ayuda a muchas personas a evitar los riesgos de la cirugía plástica, al tiempo que permite resultados visibles y progresivos en la reducción de volumen y la compactación de la piel.
Otros tratamientos complementarios que triunfan en invierno
A lo largo de los últimos años ha crecido el interés por los tratamientos complementarios que sin involucrar cirugía, ayudan a mantener la piel firme y reducir la apariencia de grasa localizada. Entre estos, “la criolipólisis destaca por su capacidad para congelar y eliminar las células grasas; mientras que la radiofrecuencia estimula la producción de colágeno y elastina, ideales para quienes desean mantener la firmeza y mejorar la textura de su piel. Los masajes moldeadores y la cavitación también son opciones que, al combinarse, maximizan sus beneficios al contribuir a una mejor circulación y a eliminar toxinas”, explica la Dra Iriana.
Adicional a un estilo de vida equilibrado, tratamientos no invasivos como HIFU, son una herramienta clave para quienes buscan mejorar su silueta, crear una rutina de autocuidado y de mantenimiento que permita tener una piel saludable y firme. No solamente es una opción para alcanzar los objetivos físicos, también fortalece la autoestima y el bienestar general, a lo largo de todo el año.
Para los expertos, es muy importante ponerse en manos de los especialistas, exponer cuáles son nuestros objetivos y analizar qué tipo de tratamiento es el más adecuado para nuestro cuerpo y piel. “El invierno nos permite tomar más conciencia de un cambio progresivo en nuestra silueta y respetar los tiempos de cuidado de la piel. A veces con una sesión es suficiente, en otras se requiere de alguna adicional o combinar con otros tratamientos que optimizan los resultados”, concluye la Dra Iriana.