Amparo Carratalá: “En peluquería, los límites solo los pone la mente”

“Salir de la zona de confort no es fácil. Siempre nos resulta algo incómodo y, al mismo tiempo, es imprescindible para seguir creciendo”. Nos lo dice Amparo Carratalá, quien emprendió un nuevo camino en solitario el año pasado. Presence es su primera colección de esta nueva etapa artística que se abre para la peluquera valenciana, con dos Fígaro en su poder y numerosos reconocimientos apenas rebasada la treintena.

A mediados de agosto del año 2015 entrevisté a Amparo Carratalá. Apenas dos meses antes, su look Scalp Metal, a base de trenzas entrecruzadas con metales cosidos, fue elegido uno de los más influyentes del mundo. Su interpretación contemporánea de los cascos de los antiguos guerreros nipones fue elegida finalista en la gala del Master Shu Uemura (París). La alta peluquería se empezaba a fijar en la estilista valenciana, quien ese mismo año conseguía el Fígaro a la Mejor Colección de Vanguardia por Avant Vision. Apenas tres años antes, Carratalá había logrado el Fígaro a Peluquero Revelación por Glossy.

En aquella época, ya apreciábamos su dominio de todas aquellas técnicas -cosidos, atados, cruzados y entrelazados- con las que moldea y manipula el cabello. Lo suyo era, y aún lo es, la peluquería de autor: artesana, laboriosa y muy, muy creativa. Así también lo pudimos comprobar con Ordak, su peculiar homenaje al mundo de la cestería, finalista a Peluquero del Año en los Fígaro 2018.

Durante el año pasado, Amparo dio un giro de 360 grados a su carrera. Emprendió un camino en solitario, aunque todavía conserva un vínculo “emocional y de amistad” con todo el equipo de la marca a la que ha estado ligada durante 12 años. “Esta compañía tiene una técnica increíble y ayuda a que la gente consiga sus objetivos. Solo tengo palabras de agradecimiento para ellos. Pero la vida pasa y las prioridades cambian”, recuerda. Con la pandemia empezó a pensar en lo que quería hacer en su vida y eligió crear su propia marca. Hablamos con ella sobre Presence y también para saber cómo afronta esta etapa.



Presence es tu primera colección en solitario. ¿Cómo surgió este proyecto y cuánto tiempo te llevó darle forma?

Sí, tienes razón. Presence es mi primera colección desde que emprendí y me propuse crear mi propia marca personal. La idea surgió cuando fui prenominada a Peluquero Español del Año en el Club Fígaro. A partir de ahí empecé a planificar fechas y preparar una colección que me llevó más o menos un mes.

Una vez más, vemos peluquería de autor, minuciosa, en la que no se han escatimado horas para crear looks muy efectistas visualmente. ¿Dirías que has dado lo mejor de ti en la primera colección de tu marca Amparo Carratalá?

Así es, siempre intento hacer el trabajo lo más minucioso posible. Por supuesto, he dado lo mejor de mí, aunque ya sabemos que eso no es una garantía. En cuestión de arte e inspiración, muchas veces las cosas salen bien y otras se pueden mejorar. Aun así, esto último siempre es bueno para aprender y crecer.

Sinceramente, lo que más me gusta de la peluquería es que puedes hacer lo que tú quieras. No hay normas: los límites los pone la mente.

Desde un punto de vista técnico, ¿qué destacarías de esta colección en cuanto a peinados y color? ¿Por qué decidiste hacerla en blanco y negro?

Me preguntas por la técnica. Yo destacaría los trenzados, dado que me caracterizan y me encantan. Ayudan a apreciar más ese trabajo minucioso del que hablábamos antes.

Por otra parte, es mi primera colección en blanco y negro. Quería mostrar una línea más sobria, de manera que el color no acaparase toda la atención. Incluso por encima de los pequeños detalles.

¿Qué nos puedes contar sobre Esteban Roca y Paloma Barba? ¿Ha sido la primera vez que trabajabáis juntos?

Esteban y Paloma son increíbles. Yo ya había trabajado con ellos, pero este año me hacía mucha ilusión retomar esta colaboración. Me entusiasmaba la idea de hacer mi colección con ellos. Son muy profesionales y, sobre todo, hacen su trabajo con amor. Me siento muy feliz de haberlos elegido. Creo que son muy detallistas, porque cuidan su trabajo al milímetro.



Básicamente, ¿cómo ayudan maquillaje, vestuario, escenografía y fotografía a difundir el mensaje de esta colección?

Todos ellos funcionan como un equipo, ayudando en todos los sentidos. Si una pieza falla, el resultado final no es el mismo. Es importante que todos tengan el mismo objetivo común y sepan cuál es la inspiración para lograr un gran resultado. .

Sueles decir que todas tus colecciones siempre tienen un sentido emocional. ¿Dónde lo podemos hallar en Presence?

Para mí, todas las colecciones tienen ese sentido más profundo. Pues, la peluquería no es solo peinar. Por eso, Presence representa tambien todo lo vivido durante estos dos años.

Con esta colección empiezas a sentar los cimientos de tu propia marca: Amparo Carratalá. ¿Qué se siente ante la posibilidad de salir, de alguna manera, de la zona de confort?

En realidad, salir de la zona de confort no es fácil. Siempre nos resulta algo incómodo y, al mismo tiempo, es imprescindible para seguir creciendo. Aunque no sea muy cómodo, me lancé a por ello. El objetivo siempre es crecer y obtener nuevos resultados.

¿Supone un antes y un después en tu carrera?

Tengo la impresión de que todo lo que hacemos supone un antes y un después en nuestra vida. No somos las mismas personas que éramos ayer y tampoco aquellas que seremos mañana. Cuando nos centramos en el presente, siempre podemos sentir ese cambio que deseamos.

Da la impresión de que Presence supone un regreso a tu faceta más artística. Aunque no dejas de impartir formaciones, echábamos en falta alguna colección de Amparo Carratalá... ¿Necesitabas hacer un parón y replantearte las cosas?

El año pasado acababa de emprender y por eso no preparé ninguna colección. Carecía de tiempo y del presupuesto necesario para ello. Pero es cierto que preferí pasar un tiempo más apartada, porque necesitaba sentir qué quería y desde dónde lo pretendía realizar.



Hace siete años obtuviste el Fígaro a la Mejor Colección de Vanguardia por Avant Vision. ¿Cuál es el secreto para tener éxito en cualquier trabajo avantgarde? ¿Es cuestión de técnica o de dejar volar la imaginación y plasmarla después?

En mi caso, hacer una colección avantgarde era lo que más me costaba de todo el año, y también lo que más tiempo me requería. En mi opinión, es importante tener una buena técnica y también mucha inspiración. No me refiero únicamente a inspiración sobre peluquería, sino a todas aquellas disciplinas (arte, arquitectura, etcétera) que nos inciten a probar hasta que consigues hacer real aquello que tienes en mente.

Eres fan del cabello rizado, y no solo porque prediques con el ejemplo. ¿El movimiento curly ha llegado para quedarse o va a ser una moda pasajera?

El cabello rizado ha existido toda la vida. Aunque ahora esté en auge, no creo que sea una moda. Simplemente, dejamos fluir nuestra propia naturaleza y eso nos lleva a vivir con muchísima más libertad. A experimentar más amor por nuestro cabello.

En el salón, lo más importante es escuchar a las clientas y observar cómo funciona cada tipo de producto en el cabello. Encontrar una marca que te guste y cuadre con tus valores. Así puedes transmitir lo mejor a tus clientas.

Hoy día, y tras una pandemia de por medio, ¿crees que las clientas todavía piden peinados fáciles de lavar y mantener? ¿Todavía prefieren acabados que no parezcan de peluquería o todo lo contrario?

Desde la pandemia todavía la gente busca esa faceta más natural. Ya no vale simplemente con que no parezcan de peluquería. Las clientas buscan sentirse bien ellas misma en su día a día. Ya sea en la oficina o el baño de su casa. La mujer cada día es más independiente y no quiere depender del salón. Ahora mismo las coloraciones nos ayudan a integrar las canas de manera natural. Esto sí que ha sido un cambio de 360 grados para nuestro sector.

¿Cómo ha evolucionado la Amparo Carratalá creadora del look Scalp Metal? ¿Qué has ganado desde entonces?

Para mí todos estos años me han dado mucha presencia, y sobre todo, mucha humildad a la hora de trabajar en el salón y en las formaciones. Principalmente, he aprendido a escuchar. Además, toda esta etapa me ha ayudado mucho a aprender del mundo del desarrollo personal, la espiritualidad y la PNL. Estoy muy agradecida, porque me ha permitido ser mejor profesional y persona.

Y ya para acabar, ¿qué le espera a Amparo Carratalá el año que viene? ¿Algunos proyectos que nos puedas avanzar?

Existen algunos proyectos que, por el momento, aún no puedo contar. De momento, voy a seguir atendiendo a mis clientas en el salón. También seguiré impartiendo formaciones, siempre con la ilusión de ofrecer lo mejor de mí misma.

 

Por Ana León Mir. Redactora Jefe Revista Tocado.