Toda novia busca en su gran día sentirse especial, pero cómoda con su personalidad. Además, el maquillaje debe siempre acompañar al peinado y al vestido, reforzando así la esencia de cada persona. Eso hace que cada novia sea única y que cualquier elemento deba ser personalizado. Y aunque el maquillaje debe adecuarse a la personalidad y al estilo de cada cual, puede hacerlo también, por qué no, a las tendencias.
Las novias suelen ser discretas a la hora de elegir tonos para el maquillaje y a esto se le suma la versión nude que sigue estando de moda y es ideal para aquellas a las que les gusta la naturalidad, sin renunciar a verse bien. Sin embargo, las tendencias este año dan un paso más y el clásico maquillaje neutro o nude dará paso a matices en los que los colores serán más arriesgados, especialmente en la mirada. Los tonos coral, plata y el oro llegan a las sombras de ojos y a los detalles del párpado interno.
Las tendencias que nos llegan presentan dos preferencias en cuanto al maquillaje del rostro: los tonos monocromo y el protagonismo del delineador de ojos.
La base del maquillaje monocromático es escoger el tono que funcionará como el hilo conductor de todo el maquillaje, tanto en los ojos, las mejillas como en los labios. Es por tanto, un maquillaje armonioso, con estilo, que da a la novia una imagen delicada y fresca. Además, los colores de tendencia refuerzan el lado más romántico, con tonos rosa y melocotón, en todos sus matices tanto en los párpados como en las mejillas. Las sombras de ojos y los coloretes en crema consiguen ahora su momento, aportando un brillo “húmedo” al tono rosado.
Una forma de mezclarlo para crear un resultado armónico es elegir una paleta de sombras de ojos en tonos rosados con marrones cálidos y ciruelas para difuminar a lo largo de la línea de las pestañas y definir la cuenca del ojo, y un rosa pastel ligeramente brillante para los párpados. En las mejillas, un toque de rubor en crema que mezclamos con los dedos para hacerlo más natural.
En cuanto al lápiz de ojos, es un elemento primordial para diseñar la mirada, y cómo trazamos el diseño tiene que tener en cuenta el carácter de la novia y debe combinarse armoniosamente con las características del rostro, para evitar el efecto de máscara o contrastar con las sombras y los rasgos faciales. La novia que elige delinearse los ojos está apostando por un maquillaje más arriesgado, con tonos más sofisticados que siempre comienzan con un lápiz labial en tonos brillantes y contornos poco definidos, y luego continúan con reflejos iridiscentes, tono sobre tono. El brillo es ideal para aquella pendiente de las tendencias y que busca un maquillaje diferente que la haga destacar.
Información:
Esther Cañadas
