La menopausia marca un cambio profundo en el cuerpo… y también en el neceser. Muchas mujeres notan que su maquillaje habitual ya no funciona igual: bases que antes se fundían ahora marcan más, correctores que iluminaban empiezan a cuartearse, y los acabados mates endurecen los rasgos. Pero lejos de vivirlo como un drama, este momento vital puede ser una oportunidad para repensar nuestra rutina de belleza. Mari Meskheli, dra. en Farmacia, y directora creativa de la firma de cosmética Delfy, nos ofrece 7 claves para adaptar el maquillaje a esta nueva etapa, sin complicaciones y con resultados favorecedores.
1. Bases ligeras y luminosas
La piel pierde colágeno y tiende a estar más seca. Las bases mates y pesadas marcan líneas y apagan el rostro. Lo ideal son fórmulas hidratantes, con acabado glow y cobertura modulable. Mejor si incorporan tratamiento: ácido hialurónico, péptidos o antioxidantes.
2. Correctores que no cuartean
Ya no se trata de cubrirlo todo, sino de usar el corrector en puntos concretos: ojeras, comisuras, manchas puntuales. Opta por texturas fluidas, fáciles de difuminar, y siempre en el tono adecuado (ni muy claro ni muy amarillo). Aplicar con esponjita húmeda o pincel suave.
3. Colorete en crema para efecto buena cara
El blush vuelve con fuerza, y en la menopausia se convierte en imprescindible. Los formatos en crema o gel dan un aspecto fresco y natural, sin marcar arrugas. Aplícalo en la parte alta del pómulo, con los dedos o brocha dúo fibra.
4. Cejas que suavizan el rostro
Con el paso del tiempo, las cejas pierden densidad. Rellenarlas con lápiz fino o sombra en polvo, y peinarlas con gel fijador, puede hacer una diferencia enorme. Una ceja bien estructurada suaviza la expresión sin necesidad de botox.
5. Labios con vida
Los tonos oscuros y mates pueden endurecer. En cambio, los labiales hidratantes con color —cereza, rosa empolvado, coral, fresa— dan luz, juventud y expresión. Un truco: perfilar suavemente el contorno para definir sin endurecer.
6. Iluminador estratégico (y nada de brilli-brilli)
Nada de purpurina. Se trata de devolver luz al rostro, no de parecer una bola de Navidad. Usa iluminadores líquidos o en stick con acabado satinado, aplicados solo en puntos clave: hueso del pómulo, lagrimal, arco de Cupido.
7. Polvos solo donde hace falta
No es que los polvos estén prohibidos, pero deben usarse con mesura. Solo en la zona T (frente, nariz y barbilla), aplicados con brocha grande y sin arrastrar. Mejor si son ultrafinos y matifican sin acartonar.