El mundo del cuidado de la piel está plagado de mitos, modas y falsas promesas. Entre tutoriales de TikTok y recomendaciones virales, es fácil perderse en un océano de opciones que muchas veces no son lo mejor para nuestra piel. Sin embargo, Esther Moreno, facialista y cosmetóloga fundadora de EM Studio, demuestra que cuidar la piel no es complicado si se hace con cabeza y paciencia. Para ello, comparte los tres errores más comunes que ve en su estudio y explica cómo corregirlos.
- Dejarse llevar por las modas
El skincare no es un accesorio de temporada. Tal como explicábamos antes, Moreno advierte que uno de los mayores errores es usar productos solo porque se han vuelto virales o porque los recomienda una influencer o celebridad. “Cada piel es única e irrepetible, y lo que le funciona a una persona puede ser un desastre para otra. Usar cosméticos sin entender si son los adecuados para ti puede traer graves consecuencias, desde irritaciones hasta desequilibrios profundos”, asegura.
Por eso, la facialista insiste en la importancia de una prescripción cosmética personalizada. “No se trata de acumular ingredientes de tendencia en tu rutina, sino de saber por qué y para qué utilizas cada producto. Cuidar la piel es como un traje a medida, no vale todo para todos”.
- Obviar los básicos: limpieza, hidratación y protección
“No hay piel bonita sin cubrir sus necesidades básicas”, sentencia Moreno. Y es que, según ella, muchas personas fallan en lo elemental: mantener una rutina sólida basada en tres pilares fundamentales (limpieza, hidratación y protección solar). Este trío no es negociable. “Si no seguimos estos pasos correctamente, cualquier producto adicional, por caro o innovador que sea, simplemente no surtirá efecto”, explica la experta.
“La limpieza es clave para eliminar impurezas y permitir que los cosméticos hagan su trabajo. La hidratación mantiene la barrera cutánea en buen estado, y el protector solar es el mejor aliado contra el envejecimiento prematuro y el daño acumulativo”, apunta Esther Moreno, quien asegura que observa a diario cómo la mayoría de los problemas en la piel se originan por fallos en lo básico. “Si no hacemos bien estos pasos, lo demás nunca funcionará”.
- La falta de paciencia: el enemigo silencioso de la piel
En una era de inmediatez, queremos resultados rápidos para todo, pero la piel no funciona así. “La constancia es el verdadero secreto para ver resultados. La piel tiene sus tiempos, no se transforma de un día para otro, y necesita un cuidado continuo”, explica Moreno.
Es frecuente abandonar una rutina después de unos días o semanas al no ver mejoras inmediatas, pero esto es un error grave. “Es tu piel, no una carrera. Si eres constante y sigues los pasos correctos, los resultados llegarán antes de lo que crees, pero hacerlo bien un día sí y dos no, no funciona”. Para la experta facialista, la constancia es como un ingrediente invisible que potencia cualquier producto. Sin ella, incluso la mejor rutina se queda corta.