¿Cómo fueron los inicios de Fama Fabré?
Fama Fabré la fundaron Miquel Fabré Font y su hermano Santiago en 1946. Como la mayoría de empresas, al principio era muy pequeña y sólo estaba dedicada a la venta a mayoristas de artículos de peluquería. En los primeros años no existía la división estética. Tampoco en las primeras épocas la empresa disponía de marcas propias ni conocidas internacionales para su distribución. El catálogo lo componían básicamente artículos genéricos.
¿Qué factores han hecho posibles el crecimiento de la empresa?
Han sido diversos, pero destacaría la gran oferta del catálogo tanto en peluquería como en estética, la buena calidad de los artículos a precios competitivos, el servicio post-venta, las novedades constantes y el esfuerzo del personal en cada departamento. En las últimas décadas, el fomento de la exportación ha contribuido, y cada vez más, al crecimiento de la cifra de negocio.
A la hora de elegir una marca para distribuir, ¿qué factores tienen en cuenta?
En primer lugar, si el artículo o producto aporta alguna ventaja a lo que ya existe en el mercado; sea tecnológica, de calidad, en precio o en seguridad de servicio. Además, procuramos asegurarnos que el proveedor es una empresa seria y solvente capaz de responder a nuestras exigencias de calidad continuada, innovación y rapidez de respuesta.
¿Cómo es la gestión de una empresa que distribuye marcas de cosmética y peluquería al mismo tiempo?
Compleja, claro. A nivel de dirección tenemos responsables especializados en ambas divisiones pero que intercambian conocimientos para una formación más global en el mercado de la imagen, que es donde operamos. También para nuestra red de ventas la exigencia es mayor al tener que tratar una gran gama de productos, pero procuramos dotarles de la formación esencial para que puedan ofrecer consistentemente tanto productos de peluquería como de estética.
¿Por dónde pasa el futuro de la empresa?
Nuestros principales esfuerzos los dedicamos a la potenciación de nuestras marcas propias (D’orleac, Steinhart, Crawford...), al fomento de la exportación, a la mejora en el servicio al cliente tanto en la gestión de los pedidos como en su logística, a la adaptación de la empresa a la dinámica que se produce en los distintos canales de distribución y a la optimización de nuestros recursos de marketing.
¿Podría desvelarnos algún lanzamiento con el que estén trabajando actualmente?
Fama Fabré lanza novedades al mercado casi cada semana pero, evidentemente, no todos los lanzamientos tienen la misma entidad. En cuanto a D’orleac, nuestra marca de cosmética, se producirán cambios: lanzaremos nuevos productos y haremos un cambio de imagen modernizando nuestro packaging. Al estar centrada fundamentalmente en cosméticos de color, todavía tenemos un amplio campo de crecimiento si somos capaces de aportar al mercado productos que puedan mejorar la oferta existente en el sentido más amplio. Es un reto verdaderamente complicado.
