CLEOPATRA´S SECRET: LA SOFISTICACIÓN DE LA HIDRATACIÓN Y EXFOLIACIÓN CORPORAL

Publicado 28 nov. 2019 por redaccion

Exfoliar e hidratar la piel son los cuidados básicos necesarios para mantener una piel sana. Y no estamos hablando solo del rostro, que es la parte del cuerpo que se lleva la mayor parte de los cuidados y atenciones en nuestra rutina diaria de belleza, sino del cuerpo, mucho más expuesto de lo que pensamos a factores externos que empeoran su aspecto y lo debilitan.


¿Por qué es tan importante exfoliar e hidratar nuestro cuerpo?

Las células de nuestra piel existen, mueren y se renuevan, pero, según vamos cumpliendo años, ese proceso de renovación celular (que dura 28 días aproximadamente) se va ralentizando. La acumulación de las células que mueren, junto con otro tipo de desechos derivados del uso de cremas, y otros factores como la contaminación, el sol, el estrés, etc. dan lugar en nuestra piel a un “bloqueo” que impide que ésta funcione correctamente. Por esta razón, puede presentar un aspecto opaco, engrosado y con una textura áspera y/o rugosa. Con la exfoliación, lo que conseguimos es, precisamente, eliminar esa barrera de suciedad e impurezas que dificulta la renovación celular, estimulándola y favoreciendo también la microcirculación sanguínea. Al hidratar, como paso siguiente a la exfoliación, conseguimos mantener la piel jugosa, evitar la aparición precoz de arrugas, prevenir la pérdida de firmeza… Los principios activos, además, penetran mucho mejor ya que la piel está perfectamente libre de impurezas. En definitiva, la hidratación y la exfoliación forman un combo infalible con el que garantizamos una piel sana, suave y rejuvenecida.


Mientras que la hidratación es necesaria de forma diaria, tanto por la mañana como por la noche (al margen del tipo de piel que se tenga), la exfoliación sería suficiente una vez a la semana. Es muy común que escuchemos hablar de la exfoliación mecánica, sin embargo, ésta es la que menor profundidad de limpieza alcanza y la más agresiva para nuestra piel, ya que las partículas que lo componen pueden causar pequeños arañazos, rojeces y, en pieles acneicas, incluso que se extienda la infección. Para nuestros tratamientos faciales con peeling, trabajamos siempre con producto enzimático o químico; exfoliantes que también recomendamos para casa porque su efectividad es mucho mayor y son aptos para todo tipo de pieles. A diferencia del mecánico, estos peelings no actúan por fricción, por lo que no hace falta ejercer presión ni manipular demasiado la piel. Para extenderlos basta un suave masaje con la mano o con un pincel de abanico. Eso sí, si se trabaja con exfoliante químico es muy importante saber qué tipos de ácidos contiene y a qué pH está formulado, para valorar su potencia y determinar a qué persona le viene mejor uno u otro. La piel del resto del cuerpo es más gruesa y resistente, por lo que el peeling mecánico es más habitual. En nuestros tratamientos, sin embargo, continuamos utilizando únicamente exfoliante químico.


Además de los beneficios mencionados antes, una buena exfoliación y posterior hidratación tiene otras muchas bondades menos obvias, como favorecer que se consiga un bronceado más homogéneo, prevenir el acné corporal que suele salir en la espalda, ayudar al funcionamiento del sistema linfático o ser un gran aliado en la depilación, entre otras.


Nuestro tratamiento de hidratación y peeling corporal por excelencia es Cleopatra’s Secret, un protocolo totalmente placentero y relajante para exfoliar la piel del cuerpo de una forma más profunda de la que lograríamos en casa con un producto convencional.


Apreciada por griegos y egipcios, la leche de burra es conocida por sus grandes propiedades hidratantes, así como por su doble efecto antioxidante y regenerador de la piel. La gran emperatriz Cleopatra convirtió los baños de leche de burra en su ritual imprescindible de belleza y, ahora, miles de años después, lo utilizamos en cabina para aprovechar todas sus propiedades (¡sin necesidad de meterse en una bañera!). Primero limpiamos en profundidad la piel de todo el cuerpo para después exfoliar utilizando tres ácidos suaves, aptos para todo tipo de pieles, que arrastran y eliminan las células muertas, limpiando en profundidad. El producto se distribuye por toda la superficie de la piel, para después trabajarlo con movimientos circulares suaves en un gustoso masaje relajante. Lo mejor, como siempre, lo dejamos para el final. Aplicamos una crema nutritiva y rejuvenecedora que contiene aceites de los 5 continentes: oliva de Europa, macadamia de Oceanía, aguacate de América, kendi de Asia, argán de África y, por supuesto, la venerada leche de burra de Cleopatra. ¿El resultado? Una piel profundamente limpia y suave, uniforme, luminosa y súper hidratada. En definitiva, ¡una piel que dan ganas de abrazar! Por ello, este tratamiento es ideal si sientes tu cuerpo áspero, descamado, tirante… ¡pero también simplemente para darte un capricho!


Además, existe otro motivo muy valioso por el que probar este tratamiento, y que no tiene nada que ver con razones estéticas. Durante los meses de noviembre, diciembre y enero, “Cleopatra’s Secret” será nuestro tratamiento solidario, y por cada vez que hagamos disfrutar a una persona con él, donaremos un 20% del coste del tratamiento a la Fundación GIST, que lucha contra el cáncer gastrointestinal, cada vez más frecuente pero aún muy poco conocido en España.


Información:
Elena Ramos
Farmacéutica, experta en dermocosmética y cofundadora
The Secret Lab
C/ Zurbano, 4
28010 Madrid
Tel. 91-029.11.59
www.thesecretlab.es

 

 

 

 
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Publicado 28º nov. 2019

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