Fue un honor —y un profundo privilegio— haber podido entrevistar a una leyenda viva del mundo de la imagen personal, la estética y la educación: Carmen Cazcarra. Más allá de los títulos, los premios o los logros empresariales, Carmen es un símbolo. Un símbolo de esfuerzo, de innovación, de ruptura de moldes y, sobre todo, de generosidad: la generosidad de quien abre puertas para que otras puedan entrar.
Durante la entrevista, Carmen compartió con nosotros el apasionante recorrido de su vida, desde sus inicios hasta la creación de Cazcarra Image Group, una institución pionera en la formación de profesionales de la imagen, y la posterior fundación de TEN IMAGE, una marca de cosmética profesional que hoy es referente internacional.
Cazcarra no solo fue un sueño hecho realidad, fue también una revolución silenciosa que transformó la forma de entender la belleza, la autoimagen y el empoderamiento femenino en nuestro país. En una época en la que las mujeres apenas encontraban espacios para crecer profesionalmente, Carmen alzó la voz —y la brocha— para demostrar que la estética no era solo apariencia, sino una forma de expresión, de autoestima y de arte.
TEN IMAGE no tardó en consolidarse como una firma reconocida por su excelencia, creatividad y compromiso con la calidad. Pero más allá de sus productos, lo que Carmen nos deja es un legado humano: generaciones de profesionales formadas bajo su visión, su ética y su sensibilidad.
Desde nuestro equipo, solo podemos expresar una cosa: gracias, Carmen. Por tanto. Por inspirarnos. Por abrir caminos. Por no rendirte nunca. Por hacernos ver que en el mundo de la belleza también se puede dejar una huella eterna.
Con todo nuestro cariño y respeto, hoy celebramos tu historia. Porque es también la historia de todas las que vinieron detrás.